miércoles, 31 de agosto de 2011
lunes, 29 de agosto de 2011
martes, 23 de agosto de 2011
lunes, 22 de agosto de 2011
sábado, 20 de agosto de 2011
viernes, 19 de agosto de 2011
-¿Me estás diciendo que para ganar hay que ir en oposición del mundo entero?
-No lleves las cosas a los extremos. Estoy diciendo que para triunfar, hay que remar contra la corriente de los mediocres que te quieren ver hundido…
-¿Pero no es ilógico que, a cambio de ser unas fieras que no obedecen a los compañeros, tengamos que ser unos corderillos obedeciendo a los papás?
-¡No es tán difícil de entender! Debes tener un código de vida, identificar a los que te quieren ver triunfar y unirte a ellos. Sé que los jóvenes de hoy se jactan de su libertad y de no obedecer a nadie, pero todos obedecemos a alguien, todos. El que no obedece las normas de la sociedad o de la familia, obedece las normas de sus amigos, de sus vicios, de sus necesidades creadas y dañinas…
Tú sabes que soy un alcohólico recuperado, comencé tomando porque no sabía decir no a las presiones de los impertinentes. Les obedecía a ellos y, cuando me di cuenta, mi libertad se había convertido en prisión… Comprende esto; no estoy en contra de sustancias que siempre existirán como la droga, el alcohol o el tabaco, estoy en contra contra los fracasados que las usan y se obstinan en que las usen otros. Todo aquel que insiste una y otra vez para que hagas algo que te daña, lo hace consciente o inconscientemente para no sentirse solo en su contaminación.”
jueves, 18 de agosto de 2011
lunes, 15 de agosto de 2011
viernes, 12 de agosto de 2011
jueves, 11 de agosto de 2011
¿No ves mi derrota?
Llueve…
Mientras, Jaasi habla en silencio. No es escuchada. Ella que tiene tanto que decir, tanto que contar. En su cabeza se repite una y otra vez: ‘’Tranquila... Ten paciencia. Eso es…paciencia, paciencia….Todo saldrá bien’’.
Comienza a ahogarse, a no respirar. Se sienta en su rincón, aquel en el que se escondía cuando era una niña y hacía algo malo, huyendo así de cualquier grito o golpe. Se acurruca contra la pared, en absoluto silencio. Las gotas han dejado de golpear los cristales. Parece que ha dejado de llover.
Por un momento se calma. Pero pronto se asoman todos aquellos momentos de sufrimiento que ha vivido con él, por él. ''Es injusto ver cómo se acaba, después de todo''. Ya no espera a que alguien la rescate. No. Ese alguien ya no está, parece ser que se fue para no volver. ''Entonces... ¿qué hacer cuando sabes que nadie depende de ti, cuando nadie te espera al otro lado del abismo para darte un abrazo, cuando estás tan sola?"....
De repente oye un golpe en el cristal. Se levanta rápidamente y al asomarse observa algo: él. Allí, bajo aquel cielo aún encapotado y con un ramo de rosas asomándose tras de sí en un intento fallido de ser escondido, está él.
Jaasi se seca las lágrimas, se recompone y baja las escaleras a toda prisa, pero cuando se dispone a salir al exterior… despierta.
Sólo ha sido un sueño.
Vuelve el dolor, vuelven las lágrimas.
Vuelve la realidad, la cruda realidad.