Las Perlas
Qué hermosas son las perlas. aún así debemos saber que son producto del dolor.Toda perla es la consecuencia de una ostra que ha sido herida por un grano de arena que ha entrado en su interior. Una ostra que no ha sido herida no puede producir perlas...
En la parte interna de la ostra se encuentra una sustancia llamada “nácar” y cuando un grano de arena penetra en la ostra, ésta lo recubre con capas de nácar para protegerse. Como resultado, se va formando una hermosa y brillante perla.
¿Te has sentido herido por las palabras, o actitudes de alguien?
¿Has sido acusado de decir cosas que nunca has dicho?
¿Han sido tus ideas rechazadas o ridiculizadas?
¿Te han culpado de haber hecho algo que jamás hiciste?
¿Tu actitud frente a ciertas situaciones, se malinterpreta?
¿Has sufrido alguna vez los golpes de la indiferencia?
¿Te han herido precisamente aquellas personas que menos esperabas?
¿No te valoran como realmente lo mereces?
Entonces, perdona y haz de tu herida una perla. Cubre tus heridas con varias capas de amor, recuerda que cuanto más cubierta esté tu herida, menos dolor sentirás.Por el contrario, si no la cubres de amor, esa herida permanecerá abierta, te dolerá más y más cada día, se infectará con el resentimiento y la amargura y peor aún, nunca cicatrizará.En nuestra sociedad, podemos ver muchas "ostras vacías" no porque no hayan sido heridas, sino porque no supieron perdonar, comprender y transformar el dolor en una perla.
“Una perla es… una herida sanada por el amor".
lunes, 22 de abril de 2013
miércoles, 27 de marzo de 2013
Él.
El que solía ser la razón de desvelos, canciones, salidas, abrazos, fotografías, sonrisas...
Y que con el paso del tiempo, ya ninguno sabe nada del otro.
Ciertamente lo que ocurrió no fue justo para nadie, pero a muchos nos ha tocado vivir una vida muy injusta. Pero a pesar de eso, ¿era un motivo para desaparecer?
No me molestaría en escribirle, después de lo ocurrido, sólo pienso que él piensa lo peor de mi. Que no tiene ninguna buena impresión de mi, a pesar de que lo di todo por el, por nosotros. No fue culpa de nadie, y nuestra historia fue arrancada del libro sin siquiera haber comenzado. Todo por un prejuicio. Así es la gente. Y yo sólo me pregunto, cómo han de ser las cosas si todo hubiese surgido de otra manera.
El que solía ser la razón de desvelos, canciones, salidas, abrazos, fotografías, sonrisas...
Y que con el paso del tiempo, ya ninguno sabe nada del otro.
Ciertamente lo que ocurrió no fue justo para nadie, pero a muchos nos ha tocado vivir una vida muy injusta. Pero a pesar de eso, ¿era un motivo para desaparecer?
No me molestaría en escribirle, después de lo ocurrido, sólo pienso que él piensa lo peor de mi. Que no tiene ninguna buena impresión de mi, a pesar de que lo di todo por el, por nosotros. No fue culpa de nadie, y nuestra historia fue arrancada del libro sin siquiera haber comenzado. Todo por un prejuicio. Así es la gente. Y yo sólo me pregunto, cómo han de ser las cosas si todo hubiese surgido de otra manera.
Felicidad.
Eso es lo que he logrado sentir, después de tantas cosas que me impedían sentirme bien conmigo misma.
Cuando los más pequeños detalles, te hieren, te afectan, te lastiman.
Cuando los recuerdos te persiguen y los errores te atormentan.
Es bueno sentir que esos detalles, finalmente tornan para hacerte feliz. Que con una simple conversación, un mensaje, una llamada, te haga cambiar completamente el día... O la noche.
Cuando dejas de enfocarte en todas las cosas malas y comienzas a ver todo lo bueno.
Cuando esos recuerdos malos, se transforman en buenos recuerdos.
Cuando se reviven las conversaciones y los momentos.
Cuando vuelven las películas, los deseos. Las canciones, los sueños.
Por un día, por una noche, por un instante.
Son cosas que te llenan y que te hacen feliz.
Eso es lo que he logrado sentir, después de tantas cosas que me impedían sentirme bien conmigo misma.
Cuando los más pequeños detalles, te hieren, te afectan, te lastiman.
Cuando los recuerdos te persiguen y los errores te atormentan.
Es bueno sentir que esos detalles, finalmente tornan para hacerte feliz. Que con una simple conversación, un mensaje, una llamada, te haga cambiar completamente el día... O la noche.
Cuando dejas de enfocarte en todas las cosas malas y comienzas a ver todo lo bueno.
Cuando esos recuerdos malos, se transforman en buenos recuerdos.
Cuando se reviven las conversaciones y los momentos.
Cuando vuelven las películas, los deseos. Las canciones, los sueños.
Por un día, por una noche, por un instante.
Son cosas que te llenan y que te hacen feliz.
domingo, 24 de marzo de 2013
domingo, 10 de marzo de 2013
Mira, te voy a ser sincera: No te voy a pedir ni el cielo, ni la luna, ni una cosa material... porque realmente no me interesa. Me interesa estar contigo, y si te pido algo [alguna vez] va a ser tiempo para verte. No, no quiero que dejes de hacer lo que te gusta. Si quieres salir con tus amigos, no tengo ningún problema, confío en ti; lo único que te pido es que te cuides y disfrutes. Puedes tener todas las amigas que quieras, pero no seas cariñoso con ellas, me incomoda; y si aveces desconfío, es porque lo nuestro también se inició con una amistad. Quiero que seas feliz, quiero que seas tú mismo. No quiero que cambies por mí, y espero que tú tampoco trates de cambiarme. TE QUIERO, pero no te aproveches de eso, puse mi fe en ti y espero que no me falles.
Estábamos una noche, o mejor dicho, una madrugada en mi habitación. Donde en la otra cama estaban aproximadamente tres amigas, jugando con sus respectivos teléfonos pero que en cuestión de minutos se quedaron dormidas. Mientras que en mi cama estaba yo, y a mi lado estaba él, tan encantador como siempre. Estaba simplemente acostado detallándome mientras yo a decir verdad no le prestaba la mayor de las atenciones, me encontraba profundamente concentrada en mi teléfono hablando con otro amigo, específicamente Juan Napolitano, nos mensajeábamos tonterías hasta que comenzó a reclamarme por una bobería que exactamente no recuerdo cual era. Pero no quería que me arruinara la noche así que dejé mi teléfono a un lado y vi que todos estaban dormidos. Me recosté en mi cama silenciosamente y me arropé como pude, hasta que él se dio la vuelta quedando justo frente a mi, yo a su izquierda y él a mi derecha. Abrió los ojos y nuestras miradas se encontraron. Ambos estábamos arropados hasta la nariz de modo que sólo se nos veían los ojos. Cuando repentinamente él desarropa su rostro, se levanta un poco y a toda velocidad me desarropa a mi y literalmente se lanza hacia mi dándome el más profundo de los besos.
Ésta vez él estaba sobre mi, en ropa interior, con una franela. Con su cabello perfectamente desordenado y sus labios unidos a los míos. Era algo que las palabras "real" o "mágico" quedaban cortas para describir ese momento. Es de esos momentos que dudas que pasen, pero suceden. Estábamos en perfecta armonía y podíamos continuar así por el resto de la noche, mordí su labio varias veces y él es mío. Nos separamos unos segundos y él, lo más discretamente que pudo comenzó a mirar hacia mi escote, pero sin desviar su mirada de mis ojos. Sus manos estaban relativamente cerca de mis senos y a decir verdad; no me hubiese importado perder la cordura esa noche con él. Mientras que con la mirada le suplicara que me besara, él tomó mi rostro entre sus manos acariciando mi cabello, y dijo: "estaremos juntos hasta que la muerte nos separe". Inconscientemente y casi por inercia sonreí de una manera única, y seguido él pronunció las palabras: "Me tienes... *Suelta un suspiro*". Continuamos con esos interminables besos cuando de repente siento su erección sobre mi entrepierna, lo cual él nota y rápidamente se lo acomoda, esperanzado en que yo no lo haya notado. Solté un leve gemido y seguidamente, en lentitud y con el máximo de los silencios, nos dimos poco a poco la vuelta quedando ésta vez yo arriba de él, en cuanto abrimos más nuestros labios dando paso a nuestras lenguas para intensificar el beso. Cuando de repente...
Despierto. Justo en el lugar de los acontecimientos, pero completamente sola. Dejándome abrumada y desconcertada, con mucho qué pensar. ¿Qué fue lo que ocurrió? Tras darme cuenta de que tan sólo fue un sueño que fue tan perfecto para mi que ni siquiera me había dado la molestia de imaginar y mi subconsciente quiso hacerme 'Bullying' con tan realística escena. Segundos después me percaté de que lágrimas salían de mis ojos, pues un momento tan único no podía ser real. Y si pudiese, dudo que sería con él. Porque a veces hay cosas que simplemente se pueden soñar y que la realidad está limitada a que sucedan. En el fondo se que un sueño así no podría nunca ser real...
Ésta vez él estaba sobre mi, en ropa interior, con una franela. Con su cabello perfectamente desordenado y sus labios unidos a los míos. Era algo que las palabras "real" o "mágico" quedaban cortas para describir ese momento. Es de esos momentos que dudas que pasen, pero suceden. Estábamos en perfecta armonía y podíamos continuar así por el resto de la noche, mordí su labio varias veces y él es mío. Nos separamos unos segundos y él, lo más discretamente que pudo comenzó a mirar hacia mi escote, pero sin desviar su mirada de mis ojos. Sus manos estaban relativamente cerca de mis senos y a decir verdad; no me hubiese importado perder la cordura esa noche con él. Mientras que con la mirada le suplicara que me besara, él tomó mi rostro entre sus manos acariciando mi cabello, y dijo: "estaremos juntos hasta que la muerte nos separe". Inconscientemente y casi por inercia sonreí de una manera única, y seguido él pronunció las palabras: "Me tienes... *Suelta un suspiro*". Continuamos con esos interminables besos cuando de repente siento su erección sobre mi entrepierna, lo cual él nota y rápidamente se lo acomoda, esperanzado en que yo no lo haya notado. Solté un leve gemido y seguidamente, en lentitud y con el máximo de los silencios, nos dimos poco a poco la vuelta quedando ésta vez yo arriba de él, en cuanto abrimos más nuestros labios dando paso a nuestras lenguas para intensificar el beso. Cuando de repente...
Despierto. Justo en el lugar de los acontecimientos, pero completamente sola. Dejándome abrumada y desconcertada, con mucho qué pensar. ¿Qué fue lo que ocurrió? Tras darme cuenta de que tan sólo fue un sueño que fue tan perfecto para mi que ni siquiera me había dado la molestia de imaginar y mi subconsciente quiso hacerme 'Bullying' con tan realística escena. Segundos después me percaté de que lágrimas salían de mis ojos, pues un momento tan único no podía ser real. Y si pudiese, dudo que sería con él. Porque a veces hay cosas que simplemente se pueden soñar y que la realidad está limitada a que sucedan. En el fondo se que un sueño así no podría nunca ser real...
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