Hay tantos niños, y tan pocos hombres de verdad.
Estoy segura de que hay un montón de hombres buenos que han tenido que cargar con el peso de otro imbécil. Cuando destruyes la confianza de una mujer hacia ti, nunca la recuperas. Me refiero a literalmente nunca. Tristemente, lo estás arruinando también para el siguiente hombre que llegue a su vida.
Al engañar a una mujer, le generarás un daño a largo plazo. Seguramente será incapaz de confiar en otro hombre, quizás por unos cuantos años. O quizás por siempre.
sábado, 16 de mayo de 2015
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