jueves, 29 de marzo de 2018

Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce. Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mismo estaré con él! Lo libraré de la angustia y lo colmaré de honores; lo haré disfrutar de una larga vida: ¡lo haré gozar de mi salvación! Salmos 91:14-16

Señor, Dios nuestro y querido Padre celestial, a ti tornamos nuestro corazón, porque tú conoces todas nuestras necesidades. A ti nos dirigimos, porque tu ayuda está siempre ahí, cuando nuestra capacidad ha llegado a un límite extremo. Tú nos has dado sendas que podemos seguir con alegría porque tenemos al Señor; su autoridad y reinado nos hacen felices. Alabado sea tu nombre en todo momento. Que tu ayuda nos acompañe siempre y, así, ser hijos tuyos para la gloria de tu nombre aquí en la tierra. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario