domingo, 28 de abril de 2019

"EL CINE ES EL ANTIDEPRESIVO DE LAS SOCIEDADES EN CRISIS, les aclaro esto a los que critican a los venezolanos por agotar las entradas para ver "Avengers: Endgame".
La entrada costó Bs. 3.500,00 (precio regulado por el Estado) que para quien gane sueldo mínimo, es "pagable" pero igual pega en algunos bolsillos.
Al llegar a la cola el lunes los primeros eran puros adolescentes escapados del liceo. Los mismos chamos contaban lo que les costó ahorrar a ellos de sus meriendas y pasajes para comprarlas. Todos pagaban con efectivo.
Algunos padres también hacían ese sacrificio por darle al menos "esa alegría" a sus hijos, porque hasta los niños de este país se les acabaron los estrenos, los paseos, las fiestas de cumpleaños y el "niño Jesús".
La mayoría tiene sólo para la entrada, los combos son "Impagables" (la parte de la dulcería en los cines NO está regulada, y es donde estas empresas realmente ganan dinero).
A tomar en cuenta que la mayoría de las salas de cines están CERRADAS (Quebraron pal´coño). Ir al cine dejo de ser el principal entretenimiento en Venezuela. Y esto es un respiro para muchos que aún trabajan para las pocas empresas que subsisten en esta área. El cine local (la sala a la que yo asistiré) solo trabaja con 10 de casi 30 empleados que antes tenía, que fueron despedidos por la poca afluencia de gente a esa sala.
Cuando LA GRAN DEPRESIÓN en EEUU la única industria que se mantenía estable era Hollywood. En esa época grandes estrellas como Shirley Temple estaban en su mayor popularidad. Las salas de cines se abarrotaban, y era contradictorio con el hambre, el desempleo y la miseria en la que estaban los estadounidenses. ¿Por qué sucedía esto? Pues leí el testimonio de un ciudadano de la época que decía que esas 2 horas que podía entrar al cine y ver a Shirley Temple en una película (la niñita que bailaba tap de rizos dorados) era la única forma que tenía de escapar de su patética vida, aunque fuese por tiempo breve.
5 centavos costaba una entrada al cine en esa época. Lo mismo que costaba una hogaza de pan o un litro de leche. La gente dejaba de comer un día, por ir al cine.
Y Hollywood dedicó sus películas a sembrar la ESPERANZA: "El triunfo del bien sobre el mal", "La victoria a pesar de los obstáculos", "La evolución del protagonista/héroe de la nada hasta su cumbre" etc.
El cine te devuelve la esperanza, y es más barato que un psicólogo o una pastilla."

Desde chico he tenido la idea, o el temor, de tener un Doppelgänger, un "gemelo maligno", un antípoda. Un ser idéntico a mí, pero quizá asesino en serie, o aberrado sexual, o un mafioso... Pero quizá más miedo me da si pienso que ese gemelo malvado está en mí mismo, como un Mr. Hyde, sólo que aún no he tomado la pócima.
El Doppelgänger soy yo.

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domingo, 7 de abril de 2019

En medio de la absoluta oscuridad provocada por un apagón nacional y con mucho temor, ya que se escuchaban gritos, llanto, disparos, escaseaba el agua y la comida, la telecomunicación era imposible, me atreví a hacer aquella fatal pregunta...
―¿Crees que moriremos?
―Espero que no. Ya que si moriremos, me arrepentiré de todo.
―¿Arrepentirse de todo? ¿A qué te refieres?
―Me arrepentiré de todo. De todas las decisiones que he tenido en mi vida, porque todas ellas me llevaron hasta aquí, en donde perdí la vida. Por haber desperdiciado cada oportunidad para haberme ido del país, por decidir quedarme en esta crisis y luchar, por pensar que aquello era lo correcto.


sábado, 6 de abril de 2019

Días duros para todos. Donde la motivación para hacer cualquier cosa se esfuma y la ilusión de seguir adelante desaparece por completo. Días donde los que estamos acá para sacar a nuestro país adelante con trabajo y esfuerzo, se nos hace cuesta arriba. Donde la desesperanza reina y para todo lo que intentemos hacer hay un NO constante por delante. 
Días difíciles donde ser optimista te hace sentir extraño, como si fueras contra la corriente.
Y es que mientras permanezcamos acá, eso tenemos que hacer, ir contra la corriente, contra la falta de valores y hermandad entre nosotros mismos.
Estoy segura de que aunque sintamos que los buenos somos pocos, y que muchos de nuestros esfuerzos son en vano, pienso que el bien siempre triunfa sobre el mal, y que siempre, siempre... luego de la tormenta y las tinieblas sale el sol.
Es necesario serenarse entre tanto caos diario para poder ofrecer una mano amiga, una palabra de aliento o motivación a quien más lo necesite, nunca se sabe a quién, dentro de todo el caos, podemos hacerle un bien.

La imagen puede contener: Jaasiel Caldera, de pie