Días duros para todos. Donde la motivación para hacer cualquier cosa se esfuma y la ilusión de seguir adelante desaparece por completo. Días donde los que estamos acá para sacar a nuestro país adelante con trabajo y esfuerzo, se nos hace cuesta arriba. Donde la desesperanza reina y para todo lo que intentemos hacer hay un NO constante por delante.
Días difíciles donde ser optimista te hace sentir extraño, como si fueras contra la corriente.
Y es que mientras permanezcamos acá, eso tenemos que hacer, ir contra la corriente, contra la falta de valores y hermandad entre nosotros mismos.
Estoy segura de que aunque sintamos que los buenos somos pocos, y que muchos de nuestros esfuerzos son en vano, pienso que el bien siempre triunfa sobre el mal, y que siempre, siempre... luego de la tormenta y las tinieblas sale el sol.
Es necesario serenarse entre tanto caos diario para poder ofrecer una mano amiga, una palabra de aliento o motivación a quien más lo necesite, nunca se sabe a quién, dentro de todo el caos, podemos hacerle un bien.
sábado, 6 de abril de 2019
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