Días difíciles donde ser optimista te hace sentir extraño, como si fueras contra la corriente.
Y es que mientras permanezcamos acá, eso tenemos que hacer, ir contra la corriente, contra la falta de valores y hermandad entre nosotros mismos.
Estoy segura de que aunque sintamos que los buenos somos pocos, y que muchos de nuestros esfuerzos son en vano, pienso que el bien siempre triunfa sobre el mal, y que siempre, siempre... luego de la tormenta y las tinieblas sale el sol.
Es necesario serenarse entre tanto caos diario para poder ofrecer una mano amiga, una palabra de aliento o motivación a quien más lo necesite, nunca se sabe a quién, dentro de todo el caos, podemos hacerle un bien.

No hay comentarios:
Publicar un comentario