Lentamente levanto la cabeza para poderte observar y no hago nada más que nerviosa estar. Tu mirada me impone y a la vez me conoce. Tú también me miras y me sonríes. Estoy confundida, no puedo creer que seas tú quien me acaricie, quien me abrace, quien conmigo esté. Lo imaginé, sí, pero nunca lo vi posible así.
No quiero un bonito beso, quiero que me des un infinito amor, que amándome me des un beso al despertar. Así, cada mañana, serás la razón de mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario