lunes, 18 de julio de 2011

El hecho de que eligiéramos, ella a mí, yo a ella, cada uno a solas y en libertad, significó un pacto espontáneo, sin papeles ni testigos, y cuando por fin nos abrazamos, por primera vez más acá y más allá del tango que nos había juntado, sabíamos que esto iba a ser perdurable, es decir todo lo perdurable que admite lo transitorio.

12986346467909_large

No hay comentarios:

Publicar un comentario