Desde nuestro primer encuentro, él cambió mi vida de una manera
que ningún curso de
preparación para la universidad ni ningún grupo de lectura para jóvenes lo
habría hecho. Aquellas
películas que veía de adolescente pronto se convirtieron en mi vida, y sus
ridículas tramas pasaron a
formar parte de mi realidad. ¿Habría hecho las cosas de manera diferente
de haber sabido lo que
estaba por llegar? No estoy segura. Me gustaría poder dar una respuesta
directa a eso, pero no puedo.
A veces me siento agradecida, tan absolutamente perdida en el momento
de pasión que mi juicio se
nubla y lo único que veo es a él. Otras veces pienso en el sufrimiento que
me causó, en el profundo
dolor por la pérdida de mi antiguo yo, en el caos de esos momentos en los
que me sentía como si mi
mundo estuviera patas arriba, y la respuesta no es tan sencilla como lo fue
en su día.
De lo único de lo que estoy segura es de que mi vida y mi corazón jamás
volverán a ser los
mismos, no después de que él irrumpiera en ellos.
domingo, 30 de agosto de 2015
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