¿Y qué hago mientras te espero? ¿Dónde pongo todo esto que siento y muero por entregarte? No se trata de un abrigo que cuelgas en el perchero para cuando lo necesites. Yo te hablo del amor, ese que desborda el alma y no se puede esconder porque lo delata la sonrisa, la mirada y los mil suspiros al día.
martes, 25 de septiembre de 2018
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Bonito escrito...
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