Recuerdo el primer día que llegaste a mi vida, en un momento de tristeza para mi cuando había perdido el rumbo, no sé si te encontré o me encontraste, sólo sé que me miraste con tus ojos de cielo y no pude desprenderme de ti desde entonces. No dudé un segundo en llevarte a mi casa y decir "se llama Puki". Te robaste mi corazón aunque estoy segura de que te robaste más de uno. Te cuide y di todo mi amor desde bebé, te recuerdo corriendo por todo mi cuarto, trepando por el forro de mi guitarra y mordiendo mis cables. Te recuerdo feliz. Y así quise verte siempre. Lo siento si te llené de mis problemas, de dolores y no te pude dar la mejor vida. Perdón por todo lo malo. Sabes que mis intenciones siempre fueron las mejores, sabes que hicimos lo posible y sabes que te amaba de una forma única. Me hacía feliz ir a la cocina y ver tus ojos, me hacía feliz ver tus expresiones. Y ahora me debato entre si hicieron bien o hicieron mal, pero lo siento es que ya no estás y este vacío es difícil de llenar. No quiero autocastigarme y pensar que te condene la vida, porque de haber sido así no habríamos orado por ti, no te habríamos alimentado y dado todo el amor y apoyo que pudimos. Te extraño, ciertamente dejaste un vacío. Y espero que exista la reencarnación y hayas nacido como otro gatito sano, que pueda caminar, correr y saltar. Que pueda vivir plenamente. O ruego para que exista un cielo y tengas un cuerpo glorioso y estés acompañado de todos los demás de la familia. 
Descansa en paz Puki, serás muy recordado siempre. 
27/06/2019 le aplicaron eutanasia a Puki en la mañana.