Hoy me he puesto a recordar los buenos momentos... esos momentos que por muy mal que estés te sacan una gran sonrisa; esos momentos que te encantaría revivir no una ni dos, si no miles de veces, recuerdos de los que nunca jamás te cansarás; recuerdos con tus amigos, con tu familia, o simplemente el recuerdo de un lugar que te encanta, un lugar en el que te sientes cómodo, como si fuera partes de ti mismo.
Después de esto, me he puesto a pensar en los malos momentos... Yo los considero comolecciones de aprendizaje, lecciones para aprender a madurar y para hacernos más fuertes, para aprender también de nuestros errores.
Cada persona está formada por sus propios recuerdos, tanto buenos como malos.
lunes, 15 de noviembre de 2010
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