Olvidar que hay razones para ser uno mismo. Creer que siempre se necesita más de lo que se tiene. Pensar que nada significa lo suficiente. Sostener creencias que no se sienten. Sobrevivir por el simple hecho de que hay que hacerlo.
Esperar el día en que ya nada sea lo mismo y comenzar de nuevo. Prescindir de los pensamientos que no se necesitan e intentar seguir creciendo...
O comenzar a hacerlo...
miércoles, 14 de julio de 2010
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