domingo, 7 de noviembre de 2010

Caminábamos uno al lado del otro con nuestros brazos tocándose con disimulo. Podía sentir mi corazón latiendo a mil por hora, y cómo las mariposas revoloteaban en mi estómago.
- Sos hermosa- dijo él de repente.
Me tomó por sorpresa ese comentario y automáticamente sonreí, y me sonrojé sin pensarlo.
"Por favor Jaasi, tampoco es para tanto; te acaba de llamar hermosa, no es la gran cosa. Él siempre es así con todas las chicas y sabés que él siempre tiene las palabras justas para tenerte en su mano. No le des el gusto de manejarte como él quiere." decía una vocecita en el fondo de mi cabeza.
- ¿Ah si?- no le hice caso a la vocecita que me hablaba, lo único que podía escuchar en ese momento era la voz de él.
- Sí, tus ojos son hermosos.
"No te dejes llevar. Sabés que es manipulador, y nada más quiere jugar con vos. Es con todas igual y vos lo sabés muy bien."
- Pero lástima que ahora estoy ocupado, pero para la próxima... - y dejó la frase inconclusa.
Me quedé en blanco.
- ¿Estás ocupado?- le pregunté mirándolo a los ojos e ignorando el cosquilleo que me provocaba su mirada.
"No vas a querer saber la respuesta"
- Tengo novia.
"Te lo dije"
Miles de sensaciones inexplicables me provocaron tan sólo esas dos palabras. Cerré los ojos conteniendo las lágrimas que querían salir al exterior. Los abrí y sonreí. Fingí estar bien, y que esa respuesta no me había afectado en lo más mínimo. Pero a veces, fingir que las cosas no duelen, duele el doble.

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