lunes, 8 de noviembre de 2010

Me desplome, me desplome al saber la verdad. No pude decir nada, solamente emitir silencio. Fue mi unico sonido. Saberlo fue como retroceder el tiempo, recordar lo peor, el pasado.

Y no lo pude creer, no pude creer eso, helada, me fui a mi cuarto buscando paz, buscando silencio, la mejor compañía. Y no se si el mundo sera injusto con tipos de personas especiales, quiza sea el destino, quizá no hay luces. Solamente me fui a llorar, tragándome mis saladas lagrimas pidiendo a Dios que no ocurra nada. Dios...Nunca entendí tu realidad ni tu misión para cada uno. Pero si somos tus hijos, no nos separes. Hoy dejo de reír, dejo de hablar y dejo de hacer lo que mas me gusta. Estaba en coma, sin enfermedad. No entendía, no entedia nada. Solamente sabia que cada noche, cada día, cada minuto y cada momento iba a rezar, y por primera vez iba a tener fé en algo. Yo sabía que Dios iba a escuchar. No me importaba nada, ni mi twitter,ni mis materias bajas o altas, el novio o el amigo. Iba a rezar, por esa alma con felicidad y esperanza que merecía vivir, si siempre supe que si.

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