Nunca cambiaría mi pasado por una vida sin errores, ni mis momentos de locura por una imagen sofisticada. Por nada del mundo cambiaría lo que he elegido, por lo que en su momento rechacé, ni las veces que lloré por todas esos otros que pude haberme reido a carcajadas. Lo que tengo no es del todo lo que quiero, ni del todo lo que elijo: es lo que no puedo evitar. Jamás dudaría en cambiar lo que tengo por lo que me falta.