lunes, 1 de noviembre de 2010

En las situaciones en las cuáles hay sentimientos de amor es imposible, a veces, tomar las decisiones correctas. Cuando una persona enamorada tiene dos caminos que seguir frente a sus ojos, se transforma en un gran desafío. He aquí el problema: cuando hay amor, no se puede pensar con la mente, sino con el corazón. Y cuando el corazón está herido, las posibilidades de equivocarse son mayores.Y así día a día se genera una incertidumbre de no saber para donde salir corriendo. Porque existe la necesidad de borrarse del todo, desaparecer del mapa y borrón y cuenta nueva. Pero si pensás los pro y los contra sabés que al fin y al cabo, de cierto modo, perdés ciertas cosas o personas. A veces es necesario cambiar y superarse, aunque sea difícil y sea el camino más duro de elegir. Mientras que otras tantas podemos optar por lo más fácil y a la larga vemos que todo nos salió bien o mal. Nosotros decidimos lo primero. Lo demás lo decide el tiempo. Cuánto cuesta tomar las decisiones correctas, cuánto cuesta no dudar. Y muchas veces nos gustaría tener oídos sordos. Muchas veces necesitamos consejos y los buscamos, pero quizás no sea el mejor modo. En ciertos momentos te pueden dar miles de consejos, pero si nunca estuvieron en tu lugar no van a saber como actuar. Si nunca lo viviste, no podés opinar. "Si nunca estuviste enamorado, cómo vas a saber lo que se siente". Te pueden abrir los ojos, te pueden hace ver la realidad, te pueden cambiar el mundo de un segundo para otro, pero jamás te pueden abrir el corazón para ver que sentís dentro..

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