martes, 2 de noviembre de 2010

Todavía me traiciona el subconsciente, sobre todo cuando sueño. Por eso a veces despierto pensando que tengo que solucionar cuanto antes un par de asuntos pendientes, como hablar contigo, y al final lo voy dejando, para otro día, la semana que viene, o como propósito de año nuevo. Y escurro las ganas en el tiempo, me escudo con promesas de mañana, pensando que quizás las cosas sean más fáciles y las palabras surjan de un modo más fluido. Sé que no es así, pero debo ser muy cobarde porque nada se me da tan bien como huir y esconderme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario