lunes, 11 de octubre de 2010

El tiempo no se detiene, nunca se detiene...
Volví a abrir los ojos, todo seguía igual, todo seguía moviéndose, por todas partes, las nubes, mi cabello motivado por el viento, algo en el pasto debajo de mis manos, se sentía húmedo, era lógico, apenas eran las siete de la noche y había llovido durante la tarde, mis párpados, siento la sangre en todo el cuerpo, se siente tranquilidad, ojalá tuviera una cámara que pudiera retratar todo aquello que ven mis ojos, una cámara que pudiera capturar todas estas emociones, tal y cómo se mueven dentro de mí ahora...
Estoy impresionada de que mi corazón siga latiendo a este ritmo, a pesar de todo, a pesar de tanto, aquí sigue, fiel a la causa...
Se siente plenitud aquí, se siente serenidad. ¿Es que acaso necesito algo más? Me alejo del mundo, de la superficialidad, y me siento completa. (Recuerdo que tengo el celular, lo tomo entre mis dedos, está frío... pico algunas teclas y brilla la pantalla, superficialidad, lo apago y lo vuelvo a guardar). Sonrío, siento ese apretón calido a mi corazón, a pesar de estar sola, así se siente el amor...

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