miércoles, 6 de octubre de 2010

Había días en que no tenía nada que decir, y no decía nada, había otros en que quería hablar y no paraba, pero a veces no sabía, entonces callaba, lo susurraba al viento, esperando que llevara el mensaje lejos, muy lejos, y en un suspiro se acordaran de ella, y nunca más la olvidaran.
Callaba, lo hacía a gritos o en silencio, pero siempre callaba...ése era su problema.
Quería ser capaz de decir lo que sentía, pero siempre había algo que se lo impedía, un algo que ella conocía demasiado bien y a la vez desconocía. No recordaba un solo momento en que hubiera sacado todo, y deseaba hacerlo.
Quería gritarle al mundo todo lo que guardaba, pero así era ella,,, compartía sus alegrías, guardaba sus tristezas.

-Una, dos, tres, cuatro... ya son muchas. ¿Las ves? No puedo detenerlas ¿Podré llamarlas lluvia?
-Pero son lágrimas...
-El cielo también llora

Conozco su historia mejor que nadie, conozco el motivo de cada una de sus risas & cada uno de sus llantos, conozco su manera de reír cuando es feliz inmensamente.
Sé cuando finge, sé cuando miente.
Hoy está ahí sola, aislada de la gente, escribiendo como siempre, desahogando sentimientos en ese cuaderno que conoce todos esos sueños que poco a poco va abandonando, hoy no llora, mas no está sonriente.
El Sol le pega en la cara pero eso es lo que menos le importa, siente calor y lo necesita, la hace sentir viva, aunque hoy es como si no lo estuviera.
Dicen que su corazón esta roto, pero yo sé que no es así, le duelen las ilusiones, eso es lo que le pasa, le duele caer después de volar tan alto entre nubes de algodón, regresando a la tierra que es dura y no miente, no le importa mucho lo que ella siente, simplemente sigue la corriente.
Es la segunda vez que le pasa lo mismo, pero ahora lo entiende. Sabe que hay un cada quien para cada cual, y el no era el suyo, o tal vez si, pero no se dió cuenta.
Pero es que le duele toparse con un pasado, algo que ni siquiera era suyo, en el que no tiene nada que ver y por supuesto, no está incluída. No quiere luchar contra el viento, no sabe si quiere luchar, tiene miedo. Duda si valdrá la pena. Ella pide presentes, pero nadie se los puede conceder, al menos no por ahora, pero ¿cuánto debera esperar?
A veces la vida no es lo que ella espera, pero sigue ahí, esperando...

-¿Sabes que podría enamorarme de ti? Pero no quiero
-¿Porque no?
-No quiero perderte

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