Había sido intransigente justamente en aquello que era más fácil: mostrarse a sí misma su fuerza e indiferencia, cuando en verdad era una mujer frágil, que jamás había conseguido destacarse en los estudios, ni en las competiciones deportivas de su escuela, ni en su tentativa por mantener la armonía en su hogar.
Había superado sus defectos más leves sólo para ser derrotada en lo que era importante y fundamental. Había conseguido tener la apariencia de mujer independiente cuando en verdad necesitaba desesperadamente una compañía.
lunes, 30 de agosto de 2010
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