jueves, 16 de septiembre de 2010

Alguien me dijo una vez que la vida es un lastre...
Realmente no pensé que tuviera razón, pero cuando a alguien que quieres le pasa algo, te das cuenta que, de cuando en cuando, eso se cumple.
Ella tiene 15 años, y no es justo que haya perdido a una de las personas más importantes de su vida. Sabemos que eso es así, que nada va a cambiar, que él se ha ido y no volverá para hacerla reír como lo hacía, para hacerla sonreír y llevársela de conciertos...Pero te da rabia.
Te da mucha rabia. La voy a ver todos los días, la quiero a rabiar, y no podré hacer nada, no podré decirle "Todo va a salir bien" porque eso es mentira, él no va a volver. No puedo darle palabras de aliento, porque sé que no le servirán de nada, así que, solo y simplemente, puedo resignarme. Podemos resignarnos.
Solo puedo estar a su lado y decirle que él siempre la querrá, que siempre estará en su corazón y decirle que haga aquello que él habría querido.
Pero nada más, y me da rabia, mucha rabia, porque sé que eso ahora mismo, no es suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario