No te necesito para ser feliz, ni siquiera me haces falta. Hoy he decidido que no quiero ser el juguete de nadie y mantendré mi palabra. No volveré a cometer el mismo error una tercera vez, ni volveré a derramar una sola lágrima más por ti. Todavía me queda un poco de orgullo y de amor propio. También va a ser ésta la última vez que hable sobre ti en mi blog, porque sencillamente no te lo mereces. Ya no significas nada para mí, ya no eres nada, ya ni siquiera me importas.
PD: Adiós amores de verano, que ya es septiembre y una se tiene que centrar en los estudios...
viernes, 17 de septiembre de 2010
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