A veces, y sólo a veces, cuando hemos sufrido demasiado en la vida creamos un escudo que creemos que es la solución al dolor sufrido. Algunas personas no lo entienden, no entienden que de un día para otro no puede confiar en ellas como ellos confian en otros. Y creen que jugamos con ellos, precisamente de tal amor que llegamos a tenerles, nos protegemos y los protegemos para evitar tropezar de nuevo. Pero a veces, y sólo a veces, hacemos más daño de esa manera y estropeamos lo que en un principio queríamos conservar. Rompemos el PARA SIEMPRE y nos estancamos en
el camino de NUNCA.
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