domingo, 26 de septiembre de 2010

Me envolvió con sus brazos y me besó de un modo que debería ser ilegal.Me dejé llevar por una cara bonita y cuatro mentiras que en ese momento necesitaba oír.Y ahora me siento patética e imbécil por engañarme a mí misma, por el deseo que tenía de estar con él y la necesidad de oír esas palabras aún sabiendo que eran puras mentiras que después me harían daño. Lo más gracioso de todo es que no me arrepiento, bueno...no del todo. Hay una parte de mí que se volvería a equivocar miles de veces.

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