viernes, 8 de octubre de 2010

Poco a poco su respiración se fue haciendo mas lenta, día a día se fue olvidando de respirar, hasta que su existencia no fue más que un recuerdo, de aquellos que nunca se pueden olvidar.
Cerró el cuaderno y empezó a dibujar figuras en la arena. Con que ésto era la vida… nadie le había advertido nada de esto antes, o tal vez sí, pero no había prestado atención.
El mar sereno, ruidoso, la brisa y el viento haciéndole cosquillas en la cara, el cielo más azul que nunca. Pensó que si moría en ese momento, no le haría falta más, lo tenía todo, lo dudó unos cuantos segundos, ¿qué es todo? Quería muchos más azules de estos, le faltaba conocer mil millones de colores más, colores de personas, de ideas, de sentimientos, colores de colores. Nunca nadie le había dicho antes que la vida está hecha de colores, lo tuvo que descubrir ella sola.

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