domingo, 30 de enero de 2011
Yo que pensaba que solo el alcohol podía hacer que perdiera la razón. Que solo las botellas de Whisky y Champagne tenían el poder de volverme loca, hasta quedar inconsciente sin saber quién y qué es lo que soy. Que equivocada estaba. Hacías falta tú, para demostrarme que tenía razón. Eran tus besos, algo aún más esquicito que una copa del mejor vino, los que me hacían caer rendida a tus pies. Eran tus manos, las que me llegaban más allá de mi garganta y rosaban hasta el lugar más oculto, que me hacían sentir aquella dulce sensación de placer y lujuria. Eran tus miradas, la porción perfecta, que me hacían perder la cabeza, la razón, y hasta la memoria con tan solo ver su reflejo. Y es que me vuelves loca de pies a cabeza, solo tu lograbas embriagarme de esto que siento, esto que se saborea mas que una copa de alcohol... y se llama Amor.
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