lunes, 10 de enero de 2011

COMPROMISO. ¿Qué palabra no? Que palabra tan amplia y tan significativa. O por lo menos para mi es significativa, muy significativa. Pero se ve que para vos no existe, te lo tomaste todo como un juego. Pero lamento decirte que no era un juego, que conseguiste que yo me enganche de una manera enorme. Y ahora que quisiste ponerle un fin, es cuando más me herís, más me lastimas. Me doy cuenta que me encerraste en una ilusión, una tonta ilusión de la que solo participaba yo en verdad. Me ilusioné tanto. No te culpo, porque yo sola me enredé. Pero ¿no te parece que te tendrías que haber dado cuenta de que me querías tan solo como una amiga antes? Porque yo soy la que está sufriendo como una condenada. Y vos, feliz de la vida. En algo tengo mucha razón... son todos IGUALITOS. Siempre las tontas que sufrimos somos las chicas. Vos, nose si feliz, pero te apuesto que estás mil veces mejor que yo. Mi corazón está despedazado, roto en millones de pedazos. Sin querer reponerse, sin tener ganas de reponerse. Ya sé que sanará, algún día. Pero... ¿cuándo va a llegar? No creo que pronto. Es que no existen palabras para describir lo que siento. Una decepción inmensa me invade, me atormenta. ¿Sanará? ¿Podre decir "ya pasó"? ¿Mi corazón se repondrá? ¿Podremos ser amigos? No lo sé, el tiempo dirá ¿no?

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