sábado, 22 de enero de 2011

Nunca me gustaron las despedidas. De hecho, las detesto y me producen una gran tristeza crónica que se puede ver en mis redondos y brillantes ojos abrumados cuando digo adiós con una pesadez como dos rocas y no dejaba lugar a dudas.
- Ya lo sabes. ¿Qué debes hacer cuando llegues?
- Llamarte, textearte o enviarte una carta romántica. ¿Crees que he olvidado tus palabras?- balbuceó con una risa entre dientes.
- De acuerdo. -mientras un silencio separaba a nuestras almas hechas añico, aturdida y desorientada, pienso como despedirme de él.- Entonces...
De pronto, saltó una gran chispa en aquel silencio sepulcral. Algo que nadie había sabido, que ninguno de los dos hubiera ocultado, algo que hubiera hecho que estuviéramos por siempre juntos. Algo que, de todos modos, yo sabía y deseaba con todas mis fuerzas que fuera así.
- No sabría como vivir sin tí. Una mirada tuya le dijo muchas cosas a mi corazón. Atravesamos mi umbrío y vagabundo pasado, nos amamos a distancia y estuvimos juntos, y, de hecho, creo que nunca dejaré de amarte a pesar de que estemos a kilómetros de distancia, porque nunca se deja de amar a una persona de la que realmente te has enamorado. Para siempre.- admitió, mientras liberaba una sonrisa escondida antes de lanzarse hacia mí y, finalmente, dar media vuelta y marcharse.
Respiré hondo. El crepúsculo otra vez.
Permanecí inmóvil durante un minuto, y no dude ni un instante en saber que todo lo que me decía era cierto. De una forma fría y casi despiadada le dije que también le amaba y mucho y que le enviaría una carta cada noche mientras observara las estrellas sólo para saber que seguía tan interesado en mí como siempre.
Me rodeó con sus brazos, me estrechó contra él y hasta la última terminación de mi anatomía cobró vida. El momento era perfecto y auténtico, quizás el último para nosotros, pero fue justo allí cuando vi mi suerte y supe que tenía al hombre de mis sueños en carne y hueso uniendo su alma a la mía mientras yo me aferraba a sus cavidades. Y entonces, continué haciendo eterno a ese momento: mi pequeña fracción de felicidad.
maddiesofierce:  en panamá hay un lugar muy parecido a esto..casualmente por donde yo vivía  Yo la ultima vez que viajé también vi un lugar así..

No hay comentarios:

Publicar un comentario