¿Sabes esas amistades que narran los libros, los blogs ajenos, las niñas de quince años que se dicen te quiero al final de cada sms?
Pues existen. Aunque no te lo creas, confía en mí si te lo aseguro: cuando no te queden ya fuerzas para llorar o para levantar las manos y que alguien las sostenga en un abrazo, vendrá alguien a levantártelas y será como en las pelis. Estarás seguro al cien por cien de que es así, de que va a durar, de que después del instituto, de la universidad, de los tres primeros contratos basura, seguirás teniéndole en tu agenda y le llamarás para tomarte algo, o quizás simplemente para hablar.
y serán muy pocas personas en tu vida. pero serán únicas, serán como el traje de los domingos y ese vestido tan mono de flores: amigos para presumir.
yo ya tengo unos cuantos, y me encanta fardar.
domingo, 2 de enero de 2011
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