sábado, 8 de enero de 2011

Cuando era niña, cada cosa que hacia tenia un toque de magia, vivía en mi mundo y todo era tal y como lo imaginaba, juro que así lo percibía. Hoy en día es muy diferente, crecí y entendí muchas cosas nuevas, o mas bien no nuevas si no que descubrí que no eran como yo las imaginaba, poco a poco se fue perdiendo en el olvido ese mundo imaginario y esos momentos mágicos que yo misma creaba. Una de las cosas que mas me gusta es la época de navidad, y aunque aun las disfruto mucho, debo admitir que ya no es tan mágica como hace 10 años atrás, donde cada 21 y 24-25 de diciembre era algo extraordinario esperar que el espíritu de la navidad entrara por la puerta y el 24 dormir temprano para así esperar el 25 la llegada del niño Jesús. Todo fue perdiendo parte de su esencia, y así es el ciclo de la vida, vamos desarrollándonos y también perdiendo muchos sentidos sin darnos cuenta. Pero lo que nunca se perderá en mi son la ganas de seguir creyendo que las cosas pueden ser como las deseo y eso no quedara en el olvido...

PD: Pongamos un poco de magia a nuestra vida de vez en cuando y olvidemos el vicio de este mundo que ha perdido mucho encanto.

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