No tenía tiempo para poner una mísera gota de maquillaje en mi rostro.
No tenía tiempo para hacer una larga selección de la ropa que iba a utilizar.
El tiempo no se hacía el bueno conmigo.
Llegaba tarde a mi clase, mientras corría comencé a sentir unas gotas caer en mi rostro.
Me mojé un poco, ensucié mis zapatos también.
No tenía tiempo para hacer una larga selección de la ropa que iba a utilizar.
El tiempo no se hacía el bueno conmigo.
Llegaba tarde a mi clase, mientras corría comencé a sentir unas gotas caer en mi rostro.
Me mojé un poco, ensucié mis zapatos también.
El cabello estaba entre recogido y suelto, pero bastante despeinado/alborotado.
Llegué y me senté en el medio del salón.
Llegué y me senté en el medio del salón.
Ese fue el primer día que me dijo “que linda estas hoy”.
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