- ¿Sabes? Cuando llegó ella y se puso a hablar de todas esas anécdotas contigo, de todas las cosas que te gustaban y de las risas que habíais pasado... no se, no me sentí celosa, porque confío en tí; pero me sentí fuera de lugar. Quizás sea porque creo que no te conozco o simplemente porque lo hizo delante de todos nuestros amigos. Fue como si estuviese diciéndome: recuerda que le conozco antes y mejor que tú.
- Eso no es verdad. Estuvo mucho tiempo conmigo, pero no me conoce. Supuso que me conocía y siguió conmigo hasta que me aburrió.
- Pero yo no se la mitad de cosas de tí que ella, es evidente que el tiempo que pasó a tu lado... vivísteis muchas cosas, os unen muchas cosas.
- Quizás sea verdad y no conozcas tanto de mí como ella. La verdad es que nunca terminas de conocer a nadie. Pero sigues ahí, siempre, para todo. Tú todos los días te levantas queriendo conocerme, y eso es lo que me hace quererte.
domingo, 2 de enero de 2011
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