domingo, 13 de marzo de 2011

Las luces se apagan a mí alrededor, una única vela se mantiene encendida en la noche y entonces la oscuridad me rodea. Sé que estoy viva, pero me siento como si estuviera muerta. Y todo lo que queda es aceptar que todo se ha acabado. Mis sueños se escaparon como la arena en mis manos.Trato de mantenerme caliente pero el frío aumenta. Me siento como si estuviera huyendo. Después de que todo esto haya pasado recordaré todavía, después de haber llorado por última vez, que existe la belleza tras el dolor. Aunque no sea hoy, algún día volveré a tener esperanzas.Y habrá belleza tras el dolor.
Mi mundo es el dolor que llevo dentro, lo mejor que puedo hacer es tratar de superar el día. Cuando la vida pasada, no es más que un recuerdo, me pregunto por qué Dios me permite caminar por aquí, y aunque no puedo entenderlo, sé que que algún día lo comprenderé, cuando mire hacia atrás, y vea cómo has conseguido traer la belleza de entre las cenizas. Y convertirme en oro puro, a través de éstas llamas. Aquí estoy, al final de mí misma. Intentando abrazarme a lo que no puedo ver. He olvidado como tener esperanzas.
Ésta noche ha sido muy larga.

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