Que lo único que tenemos, somos nosotros (allí se encuentra todo).
Podrían ser los mejores momentos - esos que tienen el “deber de suceder”- aquellos en donde tu mente toma una conexión rara e inexplicable con tu propio ser. No existen los demás, no existe el qué dirán, no existe el qué pasará o la terrible interrogativa que muchas veces es la agonía más audaz, el “si hubiese”. La mayoría de veces lo más recomendable es dar gracias que te tienes a ti mismo, que eres un ser capaz de transformar lo que mejor te parezca, de poder apoderarte de lo que anhelas. Que tú estás en extinción; y que simplemente eres el encargado de encontrar en cada momento, el perfecto instante de ser feliz y amar a lo que se puede amar. Al final el único compañero que tendrás para ti son los recuerdos, lo demás suele ser fugaz e irremediable.
me encanta esta entrada y todas tus entradas ajjaaj pasate por mi blog cuando puedas un besitooo :D
ResponderEliminarhermosa tu entrada :)
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