Una vez me dijiste: "Verás que nada nunca es lo que parece". Tenías razón.
sábado, 19 de marzo de 2011
Si me entendieras como dijiste hacerlo, seguirias a mi lado, intachable como pense que eras, como dijiste ser. Te quería incluso con esos defectos insoportables si es que acaso pueden llamarse así, porque en parte era lo que amaba en vos, amaba la forma en que me hacías querer esas cosas que vos considerabas defectos en tu forma de ser. Cuando dijiste que me querías, no lo pensaste bien porque al parecer esperabas que cambie y yo, solo te quería como eras. A fin de cuentas, no te conozco como pensé hacerlo y todo lo que hubo, no fue más que una ilusión de lo que quiero para mi. Algo que me haga bien, que me haga sentir completa y preparada para cualquier adversidad. Al parecer, vos no creías en mi o quizás en tus propias palabras que decian quererme como a ninguna otra antes, como a ninguna después. Si te pones a pensarlo, nada es seguro entonces, nisiquiera aquello que crees que lo es. A veces, uno dice que nunca va a suceder tal o cual cosa, parece totalmente imposible y un día, te encontras lidiando con ese problema. Con esa tormenta que negaste. Con esos días que no se soportan, que no te sueltan, que te atan y te encarcelan para evitar verte sonreír.
Una vez me dijiste: "Verás que nada nunca es lo que parece". Tenías razón.
Una vez me dijiste: "Verás que nada nunca es lo que parece". Tenías razón.
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