Recuerdo que hacía un día precioso, las calles estaban llenas de gente, y yo me sentía feliz. Recuerdo el olor al chocolate que contenían los mcflurrys, tu manera de mirarme a lo lejos mientras te acercabas, el sonido de la fuerte brisa y las primeras palabras que nos dijimos.
Todo esto empieza a quedar lejano, empieza a perderse entre nuevos momentos, entre el día a día.
Hoy no eres el chico de aquella noche, eres mucho más de lo que pude llegar a imaginar. Eres la persona que llena mis días de felicidad, eres la persona que se ha encargado de demostrarme cada día que quiere tenerme a su lado, eres todo lo que necesito.
Gracias. Gracias por no darte por vencido, por aparecer en mi vida, por amarme así. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario