-¿Me estás diciendo que para ganar hay que ir en oposición del mundo entero?
-No lleves las cosas a los extremos. Estoy diciendo que para triunfar, hay que remar contra la corriente de los mediocres que te quieren ver hundido...
-¿Pero no es ilógico que, a cambio de ser unas fieras que no obedecen a los compañeros, tengamos que ser unos corderillos obedeciendo a los papás?
-¡No es tán difícil de entender! Debes tener un código de vida, identificar a los que te quieren ver triunfar y unirte a ellos. Sé que los jóvenes de hoy se jactan de su libertad y de no obedecer a nadie, pero todos obedecemos a alguien, TODOS. El que no obedece las normas de la sociedad o de la familia, obedece las normas de sus amigos, de sus vicios, de sus necesidades creadas y dañinas...
Tú sabes que soy un alcohólico recuperado, comencé tomando porque no sabía decir no a las presiones de los impertinentes. les obedecía a ellos y, cuando me di cuenta, mi libertad se había convertido en prisión... Comprende esto; No estoy en contra de sustancias que siempre existirán como la droga, el alcohol o el tabaco, estoy en contra contra los fracasados que las usan y se obstinan en que las usen otros. Todo aquel que insiste una y otra vez para que hagas algo que te daña, lo hace consciente o inconscientemente para no sentirse solo en su contaminación.
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