miércoles, 2 de febrero de 2011

Te escribí una carta con tinta fresca. Creo que manché mi vestido blanco con tinta. Pero no importa ¿sabes? Porque esa carta es importante. Más que un simple vestido blanco. De todas maneras, esperaba que la leyeras, y que dijieras que estarías con migo, que no te irías como en las películas, que me amabas y que me protejerías. El amor después del amor.

¿Quién ha llorado en voz baja frente a la computadora para escuchar a nadie?

No hay comentarios:

Publicar un comentario